Después de las vacaciones, algunas personas, al volver al trabajo sufren cierto malestar físico y psicológico, se trata del síndrome de estrés postvacacional. Tristeza, irritabilidad, falta de concentración, falta de interés por el trabajo, son algunos de los síntomas psicológicos. Entre los síntomas físicos destacan el cansancio, la fatiga, la falta de apetito, molestias en el estómago, dolores musculares…
Si el trabajo que se realiza es estimulante o las relaciones con los compañeros son positivas, su duración es menor.
La causa está en la percepción del trabajo como algo negativo y no como un apartado más de nuestra vida en el que tenemos que realizarnos.
Consejos para prevenir el estrés postvacacional:
- Regresar dos días antes de las vacaciones.
- Adaptar el reloj biológico levantándonos y acostándonos antes.
- Adoptar una actitud positiva ante la vuelta al trabajo, centrarnos en todo lo positivo: relaciones con compañeros, nuevos proyectos laborales…
- Durante los primeros días realizar trabajos de poca intensidad.
- Organizar alguna actividad que nos guste.
“Busca, valora y céntrate en todos los aspectos positivos de la vuelta al trabajo, que los hay.”